Varias noticias de estos días dan cuenta de que la tal
“solución de todos los males” depositada en Vaca Muerta y la explotación de los
hidrocarburos no convencionales es por lo menos un doble error, entendiendo que
entre los que plantean esta cuestión hay ignorantes, oportunistas, lobbistas, crédulos, irresponsables, es
decir, una mezcla de intencionalidades.
Naomí Klein, periodista e investigadora canadiense cuyo
último libro se titula “ESTO LO CAMBIA TODO, el capitalismo contra el
clima”, ha declarado en forma
contundente respecto al cambio climático y puntualmente a la técnica de la
fractura hidráulica:
“Reventamos el lecho de roca de nuestros continentes,
añadimos toxinas al agua… ”. Añade que el metano se filtra al exterior en todas
las fases del tratamiento: procesado, almacenaje y distribución y que su efecto
invernadero supera al del petróleo y está a la altura del carbón. Sus emisiones
son un 30% más elevadas que las ligadas al gas convencional.
Ahora sabemos por ejemplo que los bebés que nacen en zonas
con fracking tienen un 30% más de probabilidades de hacerlo con defectos
cardíacos (estudio Universidad de Brown y de la Escuela de Salud Pública de
Colorado). También tienen el doble de posibilidades de tener un peso bajo al
nacer (MIT).
Klein invoca a una “resistencia masiva” para parar el
fracking. La misma resistencia que en el pasado pudo con la esclavitud o
consiguió el reconocimiento de los derechos de los homosexuales o la soberanía
indígena. Dice que “en 1860 los esclavos suponían el 16% de la riqueza de
EE.UU. , la misma que ahora supone el carbono”.
A la vez una nota
publicada en La Nación en el día de ayer bajo el título: “Admite YPF que se
complican sus proyectos”. explica que la baja de precios y el aumento de costos
hacen más difícil el desarrollo de Vaca Muerta, cuya explotación es más onerosa
que la de los recursos convencionales. Aclaramos que es debido a esto que se
aprobó el año pasado la reforma de la Ley de Hidrocarburos extendiendo las
ventajas para las empresas transnacionales que se benefician practicando
fracking pagando míseras regalías si se comparan con lo practicado habitualmente
en el mundo. Así y todo parece que esto no alcanza.
Cuesta entender entonces lo que denominamos “el partido del
fracking” compuesto por el oficialismo y la mayoría de la oposición que
insisten en el desarrollo y el bienestar que llegará a Bahía Blanca de la mano
de Vaca Muerta y la YPF Sociedad Anónima dirigida por Miguel Galuccio quien
visitara nuestra ciudad en noviembre de 2014 invitado por el Ministro de la
producción de la provincia de Buenos Aires. Tampoco podemos esperar mucho de
quienes dicen estar en contra pero lo hacen desde una cómoda inacción que en
nada es efectiva en la defensa del medio ambiente y la gravedad de lo que está
en juego.
Reiteramos una vez más, el fracking no es ninguna solución,
y sí nos traerá muchos problemas, la energía es un tema muy serio y más lo es
la Soberanía Energética, las políticas públicas deben ir en el sentido de la
verdadera estatización y nacionalización de nuestros recursos hidrocarburíferos
y del desarrollo de las energías limpias y renovables, pudiendo de esta manera
sí abaratar el costo, democratizar el derecho a la energía y diversificar
nuestra matriz energética. Es cierto,
para eso hay que plantearse ser un país soberano. Una vez más, Ni aquí ni allí
ni en ningún lugar, como sostiene el documental de Luis Rojas.
Llegan también otras noticias en estos días, Alemania no
prohibirá la exploración de gas y petróleo de esquisto aunque le pondrá
restricciones, así y todo no queda claro si se aprobará el proyecto que ha
pasado el primer debate parlamentario. A la vez desde Venezuela el presidente
Nicolás Maduro aseguró que propondrá una “prohibición constitucional” de la
práctica del fracking, para lo cual se amerita una reforma de la Carta Magna.
De llevarse adelante sería el primer país del mundo en prohibirlo desde su
Constitución. Algo del sentido común dice que los buenos ejemplos son los que
deben imitarse.
Seguiremos entonces trabajando por el derecho a la energía,
por un mundo libre de fracking y defendiendo el medio ambiente frente al cambio
climático. Es nuestra responsabilidad, es la responsabilidad de todos los
argentinos por nuestros hijos y nietos.
Laura García Vázquez
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