miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Robo? en el Juzgado Federal de Necochea

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La aparente desaparición de varios kilos de drogas y, presumiblemente, dinero del interior del Juzgado Federal de Necochea podría desembocar en un verdadero escándalo de llevarse a cabo la correspondiente investigación tendiente a dilucidar de qué manera se habría producido el hecho. Por el momento parece ser que el hilo se cortó por la parte más delgada, y toda medida que se habría tomado fue desplazar a la Policía Federal de la custodia del edificio ubicado en la intersección de las calles 56 y 61, y poner en su reemplazo a efectivos de Prefectura Naval Argentina con asiento en Puerto Quequén. La droga en cuestión sería la misma secuestrada en un procedimiento llevado a cabo en la interceptación de un automóvil. En esa oportunidad, el dueño del rodado fue detenido y liberado en poco tiempo. El estupefaciente y también dinero en efectivo, quedó retenido en el Juzgado Federal de Necochea, como elementos de prueba al momento de concretarse el juicio oral y público correspondiente. De acuerdo a la versión que trascendió en las últimas horas, cerca del mediodía del viernes pasado (23 de septiembre de 2011) un funcionario del citado Juzgado habría denunciado la violación de la puerta de su oficina y la desaparición de droga y dinero secuestrados, que permanecían bajo la custodia de ese organismo judicial de la Nación De ser así, llama la atención que estos elementos no hayan estado guardado en cajas de seguridad, sobre todo si se tiene en cuenta que existirían al menos tres en ese edificio. La importancia que reviste el material secuestrado merece, mínimamente, el resguardo necesario ya que son pruebas elementales al momento de un juicio oral. Por otra parte el horario en que al parecer se produjo la violación de la cerradura de la oficina es, por lo menos, llamativo ya que la estructura judicial se encuentra en pleno funcionamiento. A esa hora sería fácil de advertir si alguien sale con bultos, situación que, aparentemente, no sucedió. De todas maneras un funcionario del Juzgado Federal de Necochea dispuso como medida inmediata el cambio de custodias, desplazando a los efectivos de la Policía Federal Argentina por otros de Prefectura Naval. Seguramente por estas horas se deben estar llevando adelante actuaciones administrativas para deslindar responsabilidades, y penales, para esclarecer el delito, más que preocupante.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Para que Candela descanse en paz

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Por estos días la mayor parte de las noticias en todo el país pasa por el asesinato de Candela Rodríguez. Los diarios y revistas gastan miles de centímetros de papel referido a este tema; los canales de televisión muestran imágenes de manera permanente y es el comentario obligado en los programas de radio. Mientras tanto, la investigación vuelve a fojas cero a cada instante. El propio fiscal general Federico Nieva Woodgate reconoció que “la mayoría de las fojas del expediente son inútiles”. El representante del Ministerio Público se refirió a las más de 20 mil fojas que cuenta el voluminoso expediente que se tramita en los Tribunales de Morón. La nena fue secuestrada, mantenida en cautiverio y asesinada. La autopsia reveló que fue estrangulada, pero no hay avances significativos en la investigación: ni siquiera aparecen nombres de sospechosos. Mientras tanto se tejen conjeturas. Un crimen por venganza, ajuste de cuentas, narcotráfico, tráfico de órganos, trata de personas, piratería del asfalto, son algunos de los rótulos que pesan sobre el caso. La intervención del gobernador bonaerense Daniel Scioli y de la propia presidenta de la Nación, Cristina Fernández, en nada contribuyó con el caso, sino por el contrario, alimentó las sospechas de querer sacar rédito político de cara a las inminentes elecciones. Tal vez, de haber tenido otro final, es cierto, hubiera servido para calmar la mentada “sensación” de inseguridad. ¿Por qué estos gobernantes se preocuparon por el caso con indiscutida preferencia respecto a los más de doscientos niños que están denunciados como desaparecidos en los últimos tiempos? La situación del padre de la nena, preso por un caso de “piratería del asfalto”, también dio de qué hablar. Este tipo de delito, junto al de los desarmaderos de autos, es en el que más aparecen las sospechas de liberación de zonas por parte de la Policía. La misma Policía que tiene a cargo la investigación del homicidio; la que mantiene la estructura de aquella que tuvo intervención en el denominado Proceso de Reorganización Nacional; la que parece estar más preparada para hacer desaparecer gente que para hacerla aparecer. Más allá de estos comentarios, los investigadores del caso siguen cruzando datos de las pistas que surgieron hasta el momento. Sin embargo, no tienen un indicio firme sobre él o los presuntos homicidas. En el convencimiento de que la familia de la víctima recibió llamadas telefónicas amenazantes antes de que la niña desapareciera buscan la clave para resolver el crimen. Quizás surja de las comunicaciones que recibieron un mes antes del trágico hecho. Federico Nieva Woodgate, reiteró en declaraciones radiales: “Hay una hipótesis que involucra desde el principio al entorno de la familia y al entorno colateral”. Sostiene sus dichos en las sospechas que giran sobre posible casos de narcotráfico (para los investigadores el homicidio está relacionado con el negocio de las drogas instalado en las villas de emergencia de San Martín) y piratería del asfalto (es otra línea investigativa. El foco está puesto en los cómplices del padre, Alfredo Rodríguez, que está preso). Más allá de todas las hipótesis que giran alrededor del caso ¿no sería interesante que se investigue como un hecho perpetrado por delincuentes comunes? Tal vez se pueda llegar a mejor resultado, y que Candela pueda descansar en paz. Esa paz que le arrebataron en este mundo de mortales.