jueves, 27 de septiembre de 2012

El Arte de Vivir

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La presencia en la Argentina de Sri Sri Ravi Shankar quedó en medio de una interna política, en la que también tuvieron activa participación los medios de comunicación. En muchos casos, en un ataque sistemático a su fundación, El Arte de Vivir; en otros mediante una tibia defensa al gurú espiritual; y los menos actuando con equidad, brindando la información para que sea la sociedad la que saque sus propias conclusiones. En esta oportunidad el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires autorizó el espacio público donde se llevó a cabo la meditación masiva que guió Shankar. Parece que esta actitud motivó que paralelamente el Estado Nacional decida investigar a la Fundación, a través de una denuncia que radicara la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ante la Justicia Penal Tributaria para que se investigue el origen de unos veinte millones de pesos que El Arte de Vivir manejó durante 2011 en la República Argentina. Según la agencia de noticias DyN, el gobierno también giró un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) a la Unidad de Información Financiera (UIF) que derivará en investigaciones por presuntas evasiones o actividades de lavado de dinero. El visible enfrentamiento entre Macri y el Estado Nacional convirtió en un estandarte de la llegada de Ravi Shankar a la Argentina. Tal fue así la situación que algunos funcionarios que hoy están en el Gobierno de la presidente Cristina Fernández, se olvidaron que hace seis años firmaron un convenio con el gurú espiritual, a través del Ministerio de Justicia de la Nación, para dictar cursos de relajación y respiración en cárceles del Servicio Penitenciario Federal. Durante aquella visita también estuvo prevista la firma de otro acuerdo para replicar estos cursos en la Policía Federal. Por entonces, Ravi Shankar se entrevistó con el ex vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli y el ex vicepresidente del Senado, José Pampuro. Los cursos "Prision SMART" de El Arte de Vivir ya eran antes conocidos en institutos penales provinciales. Según la web de la fundación, a partir de 2003 se dictaron "en la Unidad Penal 3 de Rosario; Unidad Penal 24 de Florencio Varela; la Cárcel de Mujeres de Hornos en La Plata; las unidades 46, 47, y 48 de San Martín y San Isidro; en la Unidad 39 de Ituzaingó; en las Unidades 28, 35 y 36 de Magdalena; en la 41 y 21 de Campana; penal de máxima seguridad Sierra Chica, y en algunas otras provincias como Río Negro". Antes de llegar a la Argentina, en su visita por América del Sur, Ravi Shankar recibió tres honoris causa y un reconocimiento académico, el título de Comuneros de Paraguay, las llaves de la Ciudad de Rio de Janeiro como Visitante Ilustre, al igual que de Montevideo y de Lima, disertó en Parlamentos y reunió multitudes para compartir su mensaje de paz. También ha recibido la Condecoración de Gandhi Award Paz Mundial en Asia, equivalente al Premio Nobel, la condecoración de Pedro el Grande en Rusia, fundó junto con el Dalai Lama la Asociación Internacional para los Valores Humanos, fue miembro honorífico de la Divinity School de la Universidad de Yale, fue nombrado Yoga Siromani (reconocimiento supremo en la India, donde está llevando a cabo una incansable campaña en contra de la corrupción), ha sido nominado para recibir el Premio Nobel de la Paz en múltiples ocasiones y el gobierno de la India lo nombró The Custodian of World Peace entre otros muchos reconocimientos internacionales. Afortunadamente, la población argentina sacó sus propias conclusiones y, bajo la organización exclusiva de la Fundación El Arte de Vivir, reunió a 150.000 personas en una meditación libre y gratuita. JGD

sábado, 15 de septiembre de 2012

Bicarelli pidió perdón

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Pese a que se consideró inocente, el ex policía Héctor Bicarelli pidió perdón al hacer uso de la palabra antes de la sentencia por el juicio que se le sigue en el marco de los crímenes cometidos en el circuito represivo de Necochea, durante la dictadura militar. Al mostrar su arrepentimiento el necochense pidió perdón “por haber sido utilizado por las Fuerzas Armadas. Fuimos sometidos a su disciplina que, al no cumplimiento de las mismas seríamos juzgados por la justicia militar”, manifestó. A su vez afirmó que “nunca formé parte de un plan sistemático”, concluyò. Fuente consultada: Lisandro Contreras/ Juan Marco Candeloro

domingo, 9 de septiembre de 2012

Le demandó 10 años demostrar su inocencia

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Diez años le demandó a un jefe policial demostrar su inocencia, al resultar investigado por “presunto enriquecimiento ilícito” mientras cumplía funciones en la DDI de Necochea. Se trata de Deraldo Omar Luziaga quien, con motivo de esa sospecha fue relevado de su cargo en octubre de 2003. “En poco tiempo presenté la documentación que probaba mi inocencia, pero recién ahora la Justicia dictó el sobreseimiento”, expresó el policía, actualmente jubilado, en diálogo con Espejo de Necochea. El sobreseimiento Deraldo Omar Luziaga fue sobreseído en la investigación que en el año 2003 inició la cúpula de la Policía bonaerense, ante la sospecha de “presunto enriquecimiento ilícito” mientras se desempeñaba como titular de la Dirección de Investigaciones de Necochea. La resolución, con fecha 18 de junio de 2012, fue otorgada por el Departamento Judicial La Plata, a cargo del doctor César Ricardo Melazzo (con intervención de la fiscalía Nº 4), expresa la extinción de la acción penal, y el sobreseimiento de Luziaga en la investigación Nº 199697/3. “Para mí fue un final anunciado. Nunca tuve dudas, pese a que no entendí la investigación. En ningún momento fui imputado, tampoco me llamaron a prestar declaración, y con la documentación que presenté fue suficiente para la Justicia para darse cuenta de mi inocencia… lástima que tardó tanto tiempo”, dijo Luziaga en diálogo con Espejo de Necochea. El ex director de Seguridad de Necochea no estuvo detenido ni fue procesado a lo largo de la investigación, a diferencia de otros colegas que en poco tiempo más deberán enfrentar un juicio oral. Luziaga fue relevado de su cargo en la Policía bonaerense en octubre de 2003, cuando se desempeñaba como titular de la Dirección de Investigaciones de Necochea (DDI). Fue acusado por “presunto enriquecimiento ilícito” porque, dijeron en la denuncia, no había justificado su patrimonio en Asuntos Internos de la Provincia, aunque sí lo había hecho ante escribano público. Según la imputación, Luziaga no había declarado entre sus propiedades un Peugeot 504, un Peugeot 306, una camioneta Mitsubishi, una casa en la localidad de Saladillo y un departamento en la ciudad de Mar del Plata. El policía fue uno de los oficiales investigados, de los tantos que permanecieron bajo la lupa y que fueron titulares en los diarios más importantes del país. La Nación, por ejemplo, se refirió a “las fortunas secretas de 24 jefes policiales investigados”. En estos nueve años “jamás me llamaron a declarar. Además presenté la documentación pertinente justificando cada uno de los bienes que me cuestionaron”, explicó Luziaga, lamentándose por el perjuicio que le significó atravesar por esa situación. Deraldo Luziaga demostró que fue dueño de un Peugeot 504 modelo 1972 que vendió en los últimos meses de 1980.También confirmó haber sido propietario de una camioneta Montero modelo 1995, que adquirió mediante la entrega de un Peugeot 306 como parte de pago, que había comprado en 1998 y cuotas. Entre la documentación que presentó, certificó la vivienda en Saladillo. “La construí entre 1975 y el 80, cuando era soltero. Saladillo es mi ciudad natal, y se la regalé a mi hija cuando cumplió 18 años”, recordó el policía. “El departamento en Mar del Plata lo adquirí pagando 60 cuotas, a partir de 1990, en Australes”, señaló. Durante la investigación a la que fue expuesto, pidieron informes del patrimonio de su esposa. “En una pericia contable hicieron figurar que la familia estaba compuesta por seis integrantes, sumando a dos hijos que fallecieron al día siguiente de su nacimiento”, recordó Luziaga con un dejo de amargura. “Tuve que presentar el contrato de locación de la sede de la DDI de Azul, de la que fui jefe antes de ser trasladado a Necochea, porque dijeron que formaba parte de mi patrimonio. Todo fue una gran incoherencia, sobre todo, teniendo en cuenta que el alquiler de ese lugar lo pagaba la Municipalidad de Azul”. El ex funcionario disfruta de su jubilación, a la que accedió luego de más de 30 años de servicio. Está radicado en Mar del Plata, junto a su familia. “Pocos creyeron en mi inocencia, pero después de casi diez años, ahora puedo demostrar que mi carrera fue cristalina”, concluyó Luciaga, quien ya cuenta con la resolución del juez Melazzo en sus manos.