domingo, 25 de noviembre de 2012

Una mentira dicha mil veces se convierte en realidad

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Por estos días la Patria está convulsionada. Aquellos que pasaron o rondan los 50 años de edad han vivido esta película. Los que tienen un poco más de memoria, seguramente están preocupados. No es para menos. Por un lado el gobierno nacional parece estar perdiendo el sentido auditivo ante el reclamo de gran parte de esa población que lo llevó al poder. Pese a la magnitud del cacerolazo pidiendo algunos cambios de política, las autoridades lo minimizaron. Por su parte, la oposición quiso tomar como bandera esta protesta callejera, en lugar de hacerlo desde el sitio que debe ocupar. La sociedad está en medio de la ola de los argumentos de uno y de otro lado. La prensa, en su mayor parte se olvidó de informar, comunicar o expresar, y sólo opina hacia un sector o el otro. También están los que se han convertido en “miedos de comunicación” en vez de medios de comunicación, como expresó el maestro Eduardo Galeano en su obra “¿Hasta cuándo?” Mientras tanto, los pobres se están convirtiendo en más pobres. Algunos ricos, en mucho más ricos. La comunidad está cada día más insatisfecha, limitando esta realidad en un espacio-tiempo lineal en donde nada cambia de verdad y se establece como verdad inmutable. Así la evolución se estanca. Hoy nos está rigiendo un paradigma que nos controla, nos define, nos delimita todo lo que percibimos, y creemos que esa es la verdad. Precisa lo que es realidad y descalifica las demás opciones. Quienes ostentan el poder saben de esto. Conocen plenamente que la mente humana no sólo piensa, sino que lo hace con ideas y creencias que en su mayoría adopta, o se apropia de la sociedad en que vive. Este es el paradigma que la sociedad debe romper. Claro está, volverse crítico consciente de nuestras presuposiciones y puntos de vista requiere de una verdadera apertura de conciencia y deseo de progresar, de evolucionar. Los paradigmas pueden tener vigencia durante siglos y hasta milenios sin cambio alguno, dependiendo de que se empiecen a acumular crisis que hagan insostenibles el “paradigma en turno”.A menos que los círculos de poder a los que les convenga seguir creen soportes para sostenerlos. Sólo en las grandes crisis hay cambios porque su energía es tan fuerte que puede romper los viejos prototipos para dar paso a nuevos modelos. Es el momento en que la sociedad debe estar atenta: una mentira dicha mil veces se convierte en verdad. Oscar Gollnitz Fuentes consultadas: Wikipedia; Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo; Daniel López de Medrano, periodista y escritor venezolano.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Los sobrevivientes

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Los más chicos dirían “¡qué buena onda!” o “¡que copados!” si leyeran el artículo “¡Somos sobrevivientes”, reflexiones de mayores nacidos antes de 1850. Los hay y muchos, y algunos de ellos tienen su residencia en Hogar de Ancianos “Alejandro Raimondi”. Tienen experiencias riquísimas y energía de sobra para superarse cada día. Un ejemplo válido es la edición de la revista “El Raimondi habla”, iniciativa de los propios abuelos que ya apareció y está en la calle. Desde el consejo editor, hasta la última labor hasta que sale la publicación es trabajo exclusivo de los residentes. Esto es una noticia positiva. A continuación, la nota de Elisa Seip, que reflejó el pensamiento de todos los ocupantes del Hogar Raimondi. “Considere los cambios que hemos vivido. “Nosotros nacimos antes que la televisión, antes que la vacuna antipolio, las comidas congeladas, los aviones jet, las copiadoras Xerox, los plásticos, las lentes de contacto, el fax, los cierres velero y la píldora anticonceptiva. “Somos anteriores a las tarjetas de crédito. Las computadoras, la fusión del átomo, el rayo y el bolígrafo. “Somos anteriores a la medibacha, los lavaplatos, los hornos de microondas, los secarropas, los acondicionadores de aire, la ropa lavilisto, la caminata del hombre en la Luna. “Nosotros primero nos casábamos y después íbamos a vivir juntos. En nuestro tiempo “los muebles” eran muebles de rotación rápida. Las conejas eran animalitos y no chicas de Playboy. Los blue jeans eran azules y eran ropa de trabajo; no envases ajustados de glúteos de todos los colores. “Tener relaciones era llevarse bien con los primos y la dieta era algo para los enfermos, el ayuno parte de la Semana Santa. “Somos anteriores a los maridos “ama de casa”, a los derechos de los homosexuales, a las parejas elegidas por computadora, carreras universitarias dobles, trabajos dobles, medicinas prepagas, hogares de ancianas y terapias de grupo. “Jamás oímos hablar de radios FM, pasacasetes, procesadoras de palabras, corazones artificiales, yogurt con frutas y varones usando aritos. “Para nosotros, tiempo compartido era estar con la novia muy juntitos, nada que ver con departamentos de veraneo por una semana o condominios. “Trucha era un pescado. Un programa era una mina y la palabra software no existía. “Copar era un término de militares y made in Japan era basura. Mc Dolnald´s humburgers y café instantáneo no existían, pero teníamos la fonda de la vuelta, el bife vuelta y vuelta y el cortado del gallego de la esquina. “Nosotros llegamos a la sociedad cuando se podía comprar algo con 5 ó 10 centavos. Por 10 se comía un flor de helado, sin colorantes y sabores artificiales, se andaban largos trechos en tranvía, se compraba una Bilz y se mandaba una carta o dos postales. Se compraba un auto nuevo por 3.500 pesos y la nafta costaba 21 centavos el litro. “En nuestros días fumar estaba de moda para los hombres. La hierba era pasto y ravioles comida de los domingos. La Coca una cosa nueva que quería competir con la Bidú. La música era algo que se podía silbar u oírla despacito. Un bailable era algo lento para chapar, y Sida, era un resfriado pidiendo sidra. “Pero tenemos que enfrentarnos con el presente. Somos la última generación que creyó que hacía falta un marido para tener un hijo. “Como para no estar confundidos y hablar de brecha generacional… “maleducado” lo peor que se le podía decir a alguien en un enojo. “Pero sobrevivimos, así que celebrémoslo!!!”.