Tal vez sea
el microclima que viven los funcionarios, o porque dejan de lado el objetivo
para el qué fueron elegidos. Se olvidan de sus orígenes, y no dudan en mentir
descaradamente a la gente pese a que en muchos casos los llevaron al lugar
donde hoy están.
El mejor
ejemplo lo dio hace muy pocos días el gobernador bonaerense, Daniel Scioli,
quien, sin ponerse colorado, dijo que construyó 4.000 kilómetros de rutas en la
Provincia de Buenos Aires. Una gran mentira insostenible. Sólo basta recorrer
un poco para darse cuenta que, en el mejor de los casos, habrá tapado 4.000
baches, con materiales de mala calidad y trabajo desastroso. “Pan para hoy,
hambre para mañana”, decían nuestras abuelas.
Ahora está
embarcado en su carrera hacia la presidencia de la Nación. El viernes 6 de este
mes, viajó a Mar del Plata para participar del lanzamiento de “la ola naranja”.
Según los medios periodísticos, llenó un salón con unos 500 simpatizantes.
Un par de
horas antes, en la ciudad de Miramar, poco más de 100 personas participaron de
una asamblea con la intención de frenar “la ola roja, color sangre”, por la
cantidad de usuarios que se están matando a raíz de accidentes viales en la
Ruta Provincial 88, que une a Necochea con Mar del Plata.
El
gobernador fue invitado a esa reunión. Lo mismo que los intendentes afines de
Mar del Plata, Gustavo Pulti; de Lobería, Diana Argüello; el interino de
Necochea, José Luis Vidal, y los concejales que responden al denominado
sciolismo. No fue nadie.
Scioli, que
podría haber estado en esa convocatoria ciudadana en Miramar, prefirió presenciar
solamente su “ola naranja” de 500 personas, sobre casi un millón de habitantes
que tiene Mar del Plata, antes que escuchar y ver la realidad expresada por los
usuarios de la Ruta 88, representantes de instituciones rurales,
frutihortícolas, de turismo, de entes portuarios, remiseros, taxistas,
transportistas… gente común.
Aunque sea
menos constructivo, quedó en claro que para el gobernador es mucho más agradable
escuchar a todos los que piensan igual, antes que la diversidad de pensamientos.
En el caso puntual del reclamo de la Autovía 88 vale recordar que ya la
prometió al menos en tres oportunidades… claro está, en la campaña en la que
buscó su reelección o en la que apoyó a su candidato para la intendencia de
Necochea, Horacio Tellechea, actualmente destituido.
En este
cuadro de situación, es lamentable asumirlo, los roles están totalmente invertidos.
Los ciudadanos comunes se reúnen en asambleas para reclamar a los funcionarios por
lo que no están haciendo. Y éstos, ni siquiera van a escuchar los motivos de
esas reuniones. No sólo las ignoran, sino que hasta dan órdenes a sus custodios
para que no lleguen a ellos.
Si… los
roles están invertidos… Nada parece importar, salvo posicionarse para las
próximas elecciones
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