Hace muy poco trascendió que, a través de YPF, se procurará extraer gas en la zona denominada cuenca Claromecó que se extiende desde este balneario hasta la comarca de Sierra de la Ventana, en la provincia de Buenos Aires. Ante la posibilidad, la ONG Ambiente Comarca, alertó a la población porque al parecer la técnica de extracción será por medio de “Fractura Hidráulica”, conocida también como método “Fracking”, altamente contaminante y destructor del medio ambiente. La preocupación quedó de manifiesto inmediatamente cuando integrantes de los Concejos Deliberantes de Laprida, San Cayetano, General Lamadrid, Tres Arroyos, Torquinst, Coronel Suárez, Saavedra, Coronel Pringles, Monte Hermoso, Adolfo Gonzáles Chaves, Coronel Dorrego, Benito Juárez, Tandil, Bahía Blanca, Coronel Rosales y Guaminí, se pusieron de acuerdo en fijar una reunión de trabajo para unificar criterios y acciones con la finalidad de generar un instrumento legal que comprenda la preservación de los recursos naturales de la región. Esta reunión, que tendrá carácter de audiencia pública, se realizará el 13 de julio venidero en Sierra de la Ventana y ya comprometieron su participación la ONG Observatorio Petrolero Sur, y ediles de Cinco Saltos, distrito que promulgó la primera ordenanza que prohíbe la práctica de Fractura Hidráulica en el país. Cabe señalar que el año pasado, la petrolera estatal anunció la exploración en la Cuenca de Claromecó. Esta avanzada incluye a 15 municipios y a toda el área de Sierra de la Ventana. En agosto de 2012, el CEO de YPF, Miguel Galuccio propuso la incorporación de nuevas zonas de exploración para aumentarla producción tanto de petróleo y gas, ya sea convencional o no convencional. En su Plan Exploratorio Argentino, la petrolera prevé la perforación de 25 pozos de estudio en 12 provincias petroleras y no petroleras. En Buenos Aires, las miradas se centraron en el potencial hidrocarburífero de la Cuenca de Claromecó, abarcando los municipios antes mencionados. El fracking no sólo pone en riesgo el medioambiente y la salud sino que continúa siendo una apuesta por un modelo energético basado en hidrocarburos. Apostar por los no convencionales retrasa una transición energética hacia un modelo renovable y sustentable. En los últimos años y gracias a la presión popular, están aumentando las moratorias en varios municipios y estados de todo el planeta, sobre todo Estados Unidos, Canadá y Europa, incluso se ha prohibido en países como Bulgaria y Francia. De momento, en Argentina varios movimientos sociales están comenzando a movilizarse contra esta técnica nociva y contaminante. El 15 de marzo último, el Concejo Municipal de Cinco Saltos ratificó la ordenanza que declara a ese municipio la provincia de Río Negro libre de fracking. El 26 de abril el Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) aprobó una ordenanza que declara a la localidad “libre de toda explotación y/o exploración no convencional de hidrocarburos mediante la técnica de fractura hidráulica o fracking. En tanto siguen sin tratamiento parlamentario los proyectos de prohibición presentados en el Congreso Nacional por el diputado Pino Solanas y en la Legislatura de la provincia de Entre Ríos por la diputada María Emma Bargagna. Lo mismo sucede con el proyecto de ordenanza presentado en Viedma (Río Negro) por un grupo de vecinos en el mes de febrero. ¿Qué es el “fracking”? ¿Cómo funciona? La técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales se denomina fracking. Se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de ciertas rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino, generalmente arcillosas o margosas, cuya poca permeabilidad impide la migración del metano a grandes bolsas de hidrocarburos. Para ello es necesario realizar cientos de pozos ocupando amplias áreas (la separación entre ellos ronda entre 0,6 a 2 kilómetros) e inyectar en ellos millones de litros de agua cargados con un cóctel químico y tóxico para extraerlo. ¿Cuáles son los principales problemas de la fractura hídráulica? Este proceso conlleva una serie de impactos ambientales, algunos de los cuales aún no están plenamente caracterizados o comprendidos, entre ellos contaminación de las aguas subterráneas, contaminación atmosférica, emisión de gases de efecto invernadero (metano), terremotos (sismicidad inducida), contaminación acústica e impactos paisajísticos. Además de estos impactos, también se debe tener en cuenta los relacionados con el tráfico de camiones para transportar el gas extraído, el consumo de agua y la ocupación del territorio. Agua - El proceso de fractura hidráulica consume enormes cantidades de agua. Se ha calculado que se requiere entre 9.000 y 29.000 metros cúbicos de agua para las operaciones de un solo pozo. Esto podría causar problemas con la sostenibilidad de los recursos hídricos incluso en países de clima templado, y aumentar la presión del consumo de suministros en las zonas más áridas. - Se sabe muy poco de los peligros ambientales asociados con los productos químicos que se añaden a los fluidos. De hecho, en Estados Unidos (el país con más experiencia hasta ahora, aunque muy reciente, con estas técnicas), estos productos están exentos de la regulación federal y/o la información sobre ellos está protegida debido a intereses comerciales. Se sabe que hay al menos 260 sustancias químicas presentes en alrededor de 197 productos, y algunos de ellos se saben que son tóxicos, cancerígenos o metagénicos. Estos productos pueden contaminar el agua debido a fallas en la integridad del pozo y a la migración de contaminantes a través del subsuelo. - Entre un 15 y un 80 por ciento del fluido que se inyecta para la fractura vuelve a la superficie como agua de retorno, y el resto queda bajo tierra, conteniendo aditivos de la fractura y sus productos de transformación. Entre las sustancias disueltas a partir de la formación rocosa, donde está el gas durante el proceso de fractura, se encuentran metales pesados, hidrocarburos y elementos naturales radiactivos. - No se puede descartar una posible contaminación de los acuíferos subterráneos y de las aguas superficiales debido a las operaciones de la fractura hidráulica y a la disposición de las aguas residuales, ya sea a través de una planta de tratamiento de agua o directamente a las aguas superficiales. Estos productos químicos pueden, por lo tanto, ser vertidos en los acuíferos y fuentes de aguas subterráneas que alimentan los suministros públicos de agua potable.
miércoles, 3 de julio de 2013
Buscan avanzar con el método “fracking” en territorio bonarense
Publicado por
Oscar Gollnitz
en
8:11
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