martes, 30 de marzo de 2010

Periodismo: un rol a recuperar


Una investigación a conciencia llevada a cabo por la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) dejó al descubierto la franca decadencia en la que está sumida la profesión de periodista. Como consecuencia de esa tarea se puede decir sin temor a dudas que, por ejemplo, el periodismo de investigación está en vía de desaparición.
En el mes de octubre de 2009, la Fatpren hizo un seguimiento en algunos diarios de tirada nacional sobre la utilización de las fuentes que se deben utilizar antes de dar a conocer una información.
El abc del periodismo establece que se debe contar como mínimo con tres fuentes que coincidan antes de brindar la especie que ha trascendido. Esto es hablar de un rol serio del periodista, y también de las empresas de comunicación que se encargan de difundir la información. Incluso en los manuales de estilo de los grandes diarios está escrito, aunque la mayoría hacen caso omiso a este detalle, según surge de la investigación que llevó adelante la Fatpren.
La Federación que nuclea a la mayoría de los sindicatos de prensa del país estableció que el diario Clarín –por tomar el de mayor tirada, aunque índices similares fueron detectados en otros-, durante el mes de octubre de 2009 obvió las fuentes en el 56 por ciento de las informaciones. También que los pocos artículos en los que si citó estos principios tuvieron en cuenta sólo 19 fuentes. Diecinueve fuentes en un país que tiene 40 millones de habitantes es lo mismo que decir nada. Se puede sospechar, al menos, que el diario Clarín está falseando a la información.
Esta tendencia se observa en la mayoría de los medios. También, y muy marcado, en los del interior donde el sustento está basado en la publicidad oficial o en los dos o tres organismos o empresas más poderosas del medio.
La publicación, televisación o protesta radial de más o menos baches en la ciudad tiene directa relación con el verdadero “apriete” al oficialismo. La carencia de información, la omisión de hechos relevantes generalmente tiene su origen en los intereses en contra de la oposición.
En este contexto, las empresas periodísticas no necesitan periodistas avezados. Entonces tienden a jubilar, despedir, expulsar, a los viejos trabajadores de prensa, que reemplazan por jóvenes inexpertos a los que los tienen a prueba 30 días y luego dejan de lado. En el mejor de los casos, si los blanquean como trabajadores, le pagan el sueldo mínimo.
A diferencia de hace algunos años, ahora, los encargados de las redacciones sacan a la calle a estos chicos sin ningún tipo de orientación. Antes, el periodista más viejo era una especie de maestro para estos jóvenes, pero hoy están en extinción. Basta saber copiar, cortar y pegar de Internet para ocupar un lugar en cualquier redacción.
No es casual la actitud empresarial. De esta manera, manejando este espectro, se siente poderosa, con control de las determinaciones del Estado, de la oposición, del sector privado... No se preocupa por formar periodistas, sino soldados que no piensen, así somete a una población que, cree, tampoco piensa.
Con divulgación, educación y el regreso a los principios (verdaderos) del periodismo, esta situación se tiene que revertir, antes de que sea tarde.


Bookmark and Share