Desde hace algunos años, el balneario del distrito Lobería, Arenas
Verdes, parece haber caído en decadencia ante la evidente falta de estrategias
para mantenerlo y permitir que se convierta en un paraje pujante, ordenado,
limpio.
La falta de seguridad en general, por ejemplo, genera
inconvenientes desde hace tiempo. Innumerables son los reclamos en este
sentido, pero desde la Municipalidad loberense no han existido respuestas. Es
más, tampoco se ha dignado a recibir las propuestas que, bienintencionadas,
ofrecen los vecinos, y lo que es peor, por más de un año ningún representante
de ese paraje fue recibido.
“Los problemas son de seguridad, más allá que lo quieran
disfrazar de cualquier otra cosa para no intervenir, para no poner lo que un
funcionario público tiene que poner: el oído al reclamo, las propuestas y
soluciones que, sólo con decisión política es posible”, se quejó un vecino del
paraje y agregó que “parece que los habitantes de Arenas Verdes no estamos en
la agenda de la Municipalidad de Lobería, más allá de que a la hora del
patriotismo y los discursos de soberanía se rasguen las vestiduras”.
Seguridad Vial. Durante casi un año Arenas Verdes
estuvo literalmente sin acceso. Los vecinos se ofrecieron a poner las
maquinarias y los recursos para hacer algo mejor que lo que hizo el municipio
diez meses más tarde.
Aún hoy la entrada al balneario es peligrosa por sus
condiciones: hay una sola mano en un tramo por donde además de autos entran y
salen camiones. “Circulan las 24 horas, y en ese estrangulamiento de una sola
mano, si lograste pasar los pozos anteriores, te encontrás de frente a un
camión de gran porte, en medio de gran polvareda, que no te deja pasar ni
retroceder… y si te desviás, caés a una laguna”, ilustró, molesto otro
habitante del paraje.
El acceso por Costa Bonita está permanentemente tapado por la
arena, y durante la temporada estival la máquina brilló por su ausencia.
Los caminos vecinales que conducen a la escuela y otros, no
se les hizo mantenimiento en todo el año. “Los chicos fueron un promedio de un
día por semana a la escuela”, se escuchó decir.
En los últimos tiempos Arenas Verdes se convirtió en un
verdadero circuito de motocross. Hay ocurrido accidentes importantes, pero,
vaya a saber por qué razón no han trascendido. Tampoco se observa control
municipal de cuatriciclos, areneros que se desplazan a velocidades importantes
y suelen ser conducidos por menores o
gente en aparente estado de ebriedad, dicen los lugareños.
El rol de la policía es inexistente. “Sabemos que no actúa ya
que no puede labrar infracciones ni retener vehículos, según orden de la
Municipalidad”. Esta falta de control convierte al balneario en tierra de
nadie, y genera enfrentamientos entre los propios vecinos y visitantes que
puedan llegar.
Seguridad ambiental. Algunos catalogan a las autoridades
municipales de sostener marcada acción cobarde al permitir que se acampe en
cualquier sitio. La carencia de control ha motivado, por ejemplo, la quemazón
de árboles de distintos porte. “Nos preguntamos por qué en ningún otro lado,
como Miramar, Claromecó, San Cayetano, Necochea… se permite hacer fuego
indiscriminadamente”.
La impunidad con la que trata a este tema pone de manifiesto
el desconocimiento de la intendente y sus funcionarios porque, en definitiva,
no dejan de ser los responsables civiles y penales de los accidentes que puedan
suceder por su negligencia o connivencia de esta situación tan irregular que,
en definitiva, están avalando.
“Este año los vecinos tuvimos que apagar varios incendios.
Algunos por fuegos de acampe y otros por el estado de deterioro de la
infraestructura básica (luz)”.
Las instalaciones de corriente eléctrica en el paraje
presentan un estado derruido que genera peligro constante. “Los funcionarios lo
saben porque ya se lo hemos dicho desde hace tiempo”, expresaron las personas
consultadas, y recordaron que hace poco
se gestó un incendio que abarcó más de una hectárea y que hizo peligrar a una
de las casas. “Lo apagamos entre los vecinos y dos policías. Uno de los hombres
que colaboró terminó con quemaduras profundas”.
A modo de anécdota, con sabor amargo, los residentes contaron
que durante más de un año Arenas Verdes estuvo carente de alumbrado público.
“Cuando nos dispusimos llevar el caso a la Justicia, terminada la temporada,
repararon la deficiencia… ahora las luces están encendidas las 24 horas… parece
un chiste!”.
Respecto a la luz, aseguran que los cortes son permanentes.
“Y los que piden conexiones se han encontrado con costos que van desde los 12
mil a un millón de pesos para llevar el servicio básico que cualquier
urbanización debe disponer. No nos caben dudas que esta situación está
enmarcada en un oscuro, ilegal y escondido acuerdo entre la Municipalidad y la
Usina”, aseveraron los entrevistados.
En defensa del medio ambiente, existen reclamos por los
residuos ya que al no estar regulado ni ordenado el acampe, el paraje está
lleno de basura, se han detectado pozos ciegos de campaña y perforaciones
clandestinas de agua sin encamisar, lo que provoca contaminación en las napas
de agua potable.
La basura, en cantidad, es moneda corriente.
Seguridad pública. En la conformidad de que cada año son
más los agentes policiales afectados en verano, quienes residen o visitan ese
hermoso balneario no ven resultado positivo en materia de seguridad. Por el
contrario, se han recrudecido los robos a autos, viviendas y carpas. También es
notable la presencia de banda de jóvenes, y no tantos, con aparentes signos de drogadicción o
ebriedad, que se divierten haciendo desmanes, fogones en cualquier sitio,
agreden, insultan a mujeres y vecinos que intenten pedir mesura.
Claramente no existe voluntad política de solucionar este
tema, que se pudo observar durante toda la temporada estival. La falta de
reglas claras y ordenamiento del
territorio produjo enfrentamientos entre ciudadanos, generándose episodios
violentos que se podrían haber evitado.
Seguridad económica. La sumatoria de las inseguridades
antes descriptas atentan contra el desarrollo económico del balneario, tocado
por la varita mágica de la Naturaleza. En la última temporada estival fue
notoria la baja de visitantes, convirtiéndola en la peor de los últimos años,
que ya habían sido los más bajas.
Esto implica que quienes invierten en el lugar se ven
perjudicados porque los ingresos son cada vez más insignificantes. El público
asiste cada vez menos ante la falta de seguridad, la proliferación de bandas,
la suciedad del lugar, el deterioro del medio ambiente, la basura acumulada,
etc.
Por otra parte, parece ser que quienes tienen intenciones de
construir en Arenas Verdes, deben abonar impuestos y tasas tan o más caras que en el marplatense barrio
Los Troncos, con el agregado de que en el balneario loberense se carece de
alumbrado, barrido, limpieza, calles…
Para los habitantes del paraje, el municipio de desentendió
de Arenas Verdes desde que se fue el director de Turismo Pablo Ledesma.
Entienden que desde entonces, ningún otro funcionario tomó la posta y quienes
tienen alguna responsabilidad en este tema, han demostrado negligencia e
incompetencia, sin intención de pensar mal.
“Contamos con todos los condimentos y el marco natural para
tener un hermoso balneario, tranquilo, familiar y en medio de la Naturaleza,
que es imponente. A través de la Junta Vecinal hemos intentado acercar ideas,
proyectos, pero no fuimos escuchados. Sabemos lo que queremos para el balneario
y cómo hacerlo, por lo tanto queremos participar de las discusiones y proyectos
que hay para nuestro lugar, ya sea con ésta o con futuras administraciones”,
expresan los vecinos.
También añadieron que “estamos dispuestos a llevar a los
funcionarios a la Justicia, tanto civil como penal, porque ellos pasan pero
nosotros vamos a estar aquí ya que éste es el lugar que elegimos para
desarrollarnos y vivir en paz”, concluyeron los entrevistados.