Energizantes: Tiempo perdido que no se recupera

El consumo de bebidas energizantes mezcladas con alcohol está instalado como práctica habitual entre nuestros adolescentes, quienes no llegan a medir los perjuicios para la salud el hecho de su ingesta.
A los hospitales llegan cada vez más jóvenes con infartos, taquicardias, hipertensión arterial, arritmias y alteraciones cardíacas propias de personas mayores, provocados por el abuso en el consumo de esta mezcla que en muchos casos ha sido fatal.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) clasificó y habilitó a este tipo de bebidas como suplementos dietarios. Pero, los energizantes no son gaseosas como se los ha instalado en la sociedad. Generalmente son utilizados como saborizantes de bebidas fuertes como vodka y ginebra. Aquí es dónde reside el peligro.
Estudios de la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires llegaron a la conclusión que son cada vez más las personas que, sin factores de riesgo cardíaco, sufren sorpresivos infartos de miocardio y, por la mezcla con alcohol, deben ser sometidos a angioplastías de urgencia para salvar sus vidas.
Son productos de venta libre y por esa razón, en los últimos años se estima que su consumo creció en nuestro país entre 10 y 15 veces.
Por fortuna recientemente la Cámara de Diputados de la provincia de Mendoza dio media sanción a una ley que prohibe la venta de energizantes en locales nocturnos. Por su parte, los senadores de la provincia de Buenos Aires están próximos a incluir en el proyecto que pone tope a la nocturnidad, un artículo con el mismo espíritu: la prohibición absoluta de venta de energizantes.

Ordenanza para la risa (¿?)
En el año 2006, el concejal de la Agrupación Comunal Transformadora (ACT), Leandro Bonaura, impulsó un proyecto de ordenanza para desalentar la venta de energizantes. Sin embargo, pese a la presencia de profesionales de la salud dentro de los componentes del Concejo Deliberante, la decisión fue tomada de manera risueña. Vaya a saber qué produjo hilaridad a muchos ediles, y por qué minimizaron las consecuencias del cóctel que se prepara con bebida blanca de alto contenido de alcohol y los energizantes.
Está comprobado que los chicos que llegan a los hospitales con coma alcohólico empeoran su cuadro cuando han consumido este tipo de bebidas. Los que las toman pueden beber hasta un 30 por ciento más de alcohol que lo que soporta su cuerpo, indican los estudios.
“Quedamos a tres años de una iniciativa que podría haber sido pionera en este tema, y que podría haber comenzado a poner claro sobre oscuro en nuestra endeble legislación”, se lamentó el actual titular de la ACT, Leonardo Giorgetti, entonces compañero de banca de Bonaura.
Lamentablemente todo ese tiempo se perdió, y el tiempo perdido, no se recupera