viernes, 28 de noviembre de 2014

Se abrió el diálogo en el conflicto por la Laguna La Salada

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La siguiente publicación obedece a una carta enviada a Espejo de Necochea por el señor Pascual Mammoliti, utilizando el derecho a réplica, como corresponde, respecto a la nota publicada en este mismo blog titulara "La Laguna La Salada no inunda al pueblo de La Dulce".


Al señor Oscar Gollnitz autor de la nota "La Laguna La Salada no inunda al pueblo de La Dulce"
publicado el 12 de noviembre de 2014 en su blog "Espejo de Necochea":

La localidad de La Dulce cuando llueve desagota por "bombeo" un caudal importante de agua
hacia la laguna La Salada para liberarse y protegerse de las inundaciones que la complican, si el
nivel de ésta sigue subiendo por la gran masa de agua que le ingresa por ese bombeo y por los
campos contiguos al camino de acceso y por  las napas freáticas como están en la actualidad  las
casas van a tener problemas ya que en las calles se puede ver aflorar el agua en las juntas del
pavimento aún cuando se ha desagotado por el bombeo, dicho por los mismos vecinos que el agua
le aflora por los pisos, los pozos ciegos se están complicando etc etc.

Las plantas de silos que están al costado del acceso también bombean agua para bajar las napas
porque sino se les generan inundaciones en los fondos de los silos y se les pudre el cereal.
Todo este agua de "bombeo" ¿dónde va a parar? pues a la Laguna La Salada y por empuje de ésta
las napas afloran. Este resumen no es para nada técnico como verá, solo está redactado para que
se entienda.-

Ahora le hago una reseña de la cuestión. Entre los años 2000 a 2003, el juez que estudió el caso
manifestó que si el agua del pueblo no afectaba a la Laguna, entendía que el caudal era mínimo, 
consideraba que era lógico que el agua había que mandarla a algún lado porque sino se inundaba
el pueblo, pero lo que dejó expresamente aclarado que no se podía perjudicar a  otros vecinos
particulares en beneficio del pueblo, que había que buscar otra solución, intimando a que en un
plazo prudencial de 30 días se iniciaran los proyectos y en otro plazo también de 30 días se
iniciaran los trabajos tendientes a darle salida al agua de la laguna hacia el río para evitar que el
mal siga aumentado. Pues pasaron 12 años y los propietarios de los campos (Mammoliti, Khun,
Dominguez, Marcos) donde se agiganta cada vez más la Laguna, siguen sufriendo los daños porque
nada se ha hecho al respecto.-

No quiero entrar a profundizar en la teorías que se están hablando acerca de que la laguna es un
importante acuífero que "se nutre de aguas subterráneas provenientes de napas freáticas, no
recibiendo aportes de significancia de aguas superficiales” según lo describe usted de un informe
de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del Conicet, etc, etc. pero tal vez no conoce más en
detalle la realidad, el pueblo está fundado sobre un terreno con depresiones, que le llegan aguas
de campos y sección quintas de más niveles más altos y para evitar que se inunde tienen que
mandar el agua a la laguna porque es el único lugar adonde se puede desagotar!! pero para que se
entienda más sencillamente, la laguna es como un plato gigante que no tiene salida, por lo tanto
toda el agua que entra "conducida", resalto "CONDUCIDA" no naturalmente,  hace que esta crezca
y crezca produciendo desastres en los campos aledaños, comiéndose hectáreas que son
sembrables, de pastoreo y también montes completos como está sucediendo en la actualidad. No
me pueden decir los señores asesores del Conicet que no recibe aguas superficiales de
significancia!!! es que no han visto la realidad???

El impacto ambiental no se produciría si se vuelca el remanente de agua de la laguna hacia el rio
Quequén, porque se han realizado análisis del PH del agua y si bien está en niveles limites de
salinidad, la proporción a volcar al río con relación al volumen de agua que trae este, es
insignificante, y repito "REMANENTE"  no estoy pidiendo "Vaciar" la laguna, simplemente que no
se siga alterando su volumen por aguas conducidas. Insisto en que ese remanente de agua que se
debe enviar al rio Quequén no influye ecológicamente. Lo que más influye y daños ocasiona es el
agua que proviene de los campos, tierras arriba, que desagotan por canales clandestinos y que
hemos corroborado los vecinos damnificados con presencia de inspectores de hidráulica, hacia el
camino a la dulce, y por consecuencia el agua cruza por las alcantarillas y desagota en La Salada.-

Lo que se ha planteado en estos 12 años de lucha, es que se le encuentre una solución al
problema. Ahora somos muchos los productores que estamos en problema, pareciera que lo
nuestro es insignificante escuche decir por ahí, comparado con otras cuencas. Pero el problema
existe y no es nuevo.

Días pasados salió la segunda "medida cautelar" y con criterio práctico y de otro Juez se repite la
misma conclusión que la de hace 12 años atrás: cerrar todos los ingresos de agua que deriven a la
laguna y retrotraer a su estado anterior. El pueblo no se inunda por la Laguna, el pueblo manda el
agua hacia la laguna porque está a 90 metros de altura de desnivel. El pueblo se inunda porque los
campos aledaños al estar a niveles más altos mandan el agua "conducida" inundando el casco
urbano, al estar las napas freáticas altas por el empuje que le ocasiona La Salada desbordada hace
que las aguas en el pueblo no se decanten por filtración sino que permanecen en superficie, por
eso hay que desagotarla por bombeo hacia los campos y llega a la laguna.-

En cuanto a sus desacertados comentarios sobre amedrentamientos, anónimos y amenazas, sería
conveniente y más "acertado" que usted pidiera autorización a los que hubieran sido "victimas" de
esas amenazas que se dieran a conocer!! no sería más creíble?? yo también le podría informar que
funcionario me pidió plata para "activarme" la solución al problema de la laguna, que repito no es
sólo mío, es de tres vecinos más, solo que estos no se "animan" a esta patriada o están
desalentados, no lo sé., pero desde luego éste funcionario sigue esperando y nos amenaza en
hacer todo lo posible para tener todo esto encajonado. Si usted nos informa fehacientemente a
quienes nosotros amedrentamos, yo le podría informar fehacientemente que funcionario me pidió
plata para colaborar. Está claro que no está informado totalmente y muy poco sabe del problema
real, palpable, de la laguna y el pueblo de La Dulce.

Tema de los camiones de Hormigón: Yo encargué siete camiones de hormigón elaborado a una
cementera local para taponar las entradas a MI CAMPO que provienen de aguas arriba o de la
cuenca la reserva, o de la cuenca que fuere, en fin vecinos al otro lado del acceso a La Dulce. Pero
fueron mi hijo y el señor Marcos que me pidieron que esperara para buscar juntos una solución,
cosa que finalmente accedí y solo el primer camión que llegó lo terminé donando para el pueblo.

El caso es que algunos vecinos de campos arriba, los que no hemos podido certificar
fehacientemente pero se tratarían algunos campos de propiedad de Raúl y José Marcos, vecinos
de otro que se apellidaría Juliano, como así también otro campo propiedad de la familia Saleres
por donde visualizamos cursos de agua, que se dirigen hacia campos propiedad de la sucesión de
Alfredo Marcos, también de la familia Raggio y estancia La Masía, con el afán de sacarse de encime
el agua han canalizado sistemáticamente para desagotar sus hectáreas afectadas y recuperar
terreno sembrable, hasta se podría hacer una suerte de comparación de efecto dominó: "yo te
paso el agua a vos, vos se la pasas a tu vecino" y así consecutivamente hasta que el agua, luego de
atravesar el camino a  La Dulce por las tres alcantarillas, ¿adonde va a parar? a LA SALADA,
¡¡última parada dirían en una Terminal de Omnibus!!. Como se desprende de este último párrafo,
el agua que el casco del pueblo de La Dulce envía a la laguna es mínimo comparado con el torrente
que viene de los campos antedichos.-

Como no se han hecho debidamente y a conciencia los trabajos de conducción de aguas de lluvia
hacia el mar, trabajos abandonados y/o mal ejecutados el Ente que dirige Marcos consciente de
que aunque las lluvias sean escasas igual el casco urbano sufre, han ejecutado canales para desviar
el agua a la ruta de ingreso al pueblo, pero aún así,  ese desvío no hace más que dirigir aguas a la
Laguna La Salada  por las misma alcantarillas que menciono anteriormente.
Todos son conscientes y me lo dicen cada día que la única solución provisoria es bajar el  nivel
actual de la laguna y conducirla al rio Quequén, para que no siga avanzando su crecimiento y
ocupando más hectáreas a nosotros, me refiero a mi campo y el de mis tres vecinos. ¿A que no
sabe usted que la laguna históricamente era de 600 hectáreas y hoy ronda entre las 800 y 900
hectáreas afectadas? Yo solo pido que la situación se normalice y vuelvan a ser esas 600 hectareas
de agua nomás.-

Respecto de imponer por la fuerza como usted menciona en su escrito,  ¿cree realmente que para
imponer una fuerza o amenazar hemos desperdiciado 12 años formando expedientes de 500
folios, reuniones, viajes, gastos, ahora apelamos a las "amenazas"? yo le diría que jamás
impusimos donde se debía mandar el remanente de agua, eso lo determinó el juez y la delegada
de hidráulica, solo hemos pedido y estamos en pleno derecho que nos ayuden a evitar que el
"plato" se siga desbordando.

Es importante y para ilustrar mejor su pensamiento o de la persona que escribió la nota referida a
la inundación del pueblo de La Dulce por culpa de la Laguna, que se acerquen al campo de los
cuatro vecinos, recorran.... los entrevisten, escuchen y se desasnen, de esta única manera sabrán
formar una mejor y precisa opinión al respecto, no le quepa duda.

Jamás en la historia de éste monumental embalse de agua hubo problemas de crecimiento
desmedido de su nivel, pero  con el bombeo del pueblo, sumado por las copiosas lluvias y a la gran
masa de agua que ingresa de los campos desde Lumb a Nicanor Olivera se presenta la actual
situación.  La Construcción que hicimos en el año 2000 en mi propiedad, una cabaña, un
monturero, una capilla, una casita pequeña y una batería de baños, se erigió fuera de los límites
del agua. Entonces para que nuevamente se ilustre señor, porque no toma como referencia el
monte que plantaron los Pueyrredón hace 20 años a espaldas y a 50 metros de las construcciones
que le detalle anteriormente, le puedo decir concretamente y no creo que usted lo sepa, que
dicho monte está virtualmente desapareciendo, más de 120 especies de eucaliptus están cayendo
como muñecos hacia el agua, como también los caminos paralelos al monte que tienen más de 50
años porque esta los ha invadido e inundado a niveles increíbles y eso señor, no fué un capricho
mío ni de mis hijos poner esos montes y esos caminos ahi, lo montaron los Pueyrredón.

Ya me reuní con la señora vecina y hemos consensuado un acuerdo amistoso entre las dos partes y
tal vez se pueda empezar a aliviar el nivel de la laguna y por todo lo que le expliqué ayudar a que
el pueblo no se siga inundando.-

Lo saluda atentamente

Pascual Mammoliti.-

domingo, 23 de noviembre de 2014

Un gobernador y tres intendentes de espalda al pueblo

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Hay funcionarios, legisladores provinciales, concejales, que ignoran el reclamo de vecinos de cuatro distritos y todas las localidades que lo componen. Es evidente que sólo cumplen esas funciones en el afán de cobrar el suculento sueldo o dieta. O para ocupar el tiempo en la ingeniería de estrategias para seguir permaneciendo en ese lugar que legítimamente les dio el pueblo pero que no honran porque no cumplen con su deber.

El reclamo por la autovía 88 dejó al descubierto que muchos concejales, varios legisladores, y otros tantos funcionarios de los estamentos distritales, provinciales y nacionales pertenecen a este grupo, al que se ríe de la ciudadanía.

También quedó de manifiesto que sigue la estrategia de su líder político, el gobernador Daniel Scioli, quien pretende ser el próximo presidente de la República Argentina.

Los intendentes de General Pueyrredón, Lobería y Necochea no son ajenos a esta casta. Son ellos, junto al de General Alvarado (el único jefe comunal que se sumó al reclamo de la autovía 88), los que deben motorizar el pedido a la Gobernación, encabezar la movida que se está haciendo cada vez más grande, y el pueblo respaldarlos. Hoy, Gustavo Pulti, Diana Argüello y José Luis Vidal, están absolutamente sometidos al gobernador Scioli, algunos por convencimiento, otros por temor, o por ambas cosas. Lo cierto es que ignorando el reclamo como lo han hecho hasta ahora, es no tomar en cuenta la voluntad popular. Como en “El reino del revés” la canción infantil que eternizara su autora, María Elena Walsh, todo está invertido y los ciudadanos son los que están pidiendo al gobernador que cumpla con lo que prometió en cada período de elecciones: la autovía 88.

El intendente interino de Necochea, José Luis Vidal sostuvo en entrevistas periodísticas que conoce muy bien la ruta 88 por su condición de ambulanciero. “Está transitable, es cierto que se podrían mejorar algunos tramos, pero se está trabajando en eso, en el bacheo”. También expresó que prefiere “la continuidad de la ruta interbalnearia 11, recorriendo la costa”. ¿Sabrá Vidal que no hay proyecto de construir esa vía? ¿Que, en cambio, la ruta 88 cuenta con el visto bueno de Vialidad Provincia? ¿Qué oportunamente la Provincia realizó el estudio de factibilidad para la construcción de la autovía, y fue positivo? ¿Qué se sugirió en más de una oportunidad el arreglo a nuevo de la actual ruta y la construcción de otra vía para hacerse la autovía? La última vez fue en el año 2012.

Un párrafo aparte merece el concejal Ricardo Calcabrini, que desde hace tiempo se postula como candidato de intendente de Necohea, y empapeló la ciudad con afiches de su foto y la de Scioli (la mayoría en lugares no permitidos). “Los usuarios responden a intereses políticos partidarios de la oposición”, argumenta como tibia defensa a lo indefendible.

Por su parte, la intendente de Lobería, Diana Argüello, se refirió a la emergencia que soporta el mundo respecto al cambio climático. “La Provincia de Buenos Aires está inundada, y hoy es prioridad”, dijo. Tal vez la jefa comunal no esté enterada que el reclamo comenzó hace mucho más tiempo que las inundaciones. Por lo menos en el año 2008, cuando en Necochea se juntaron 10.000 firmas pidiendo, entonces por la reparación de la ruta.

Más cauteloso es Gustavo Pulti, el intendente de General Pueyrredón, que se cuidó de no dar entrevistas. O tal vez más hábil y de astucia agudizada porque es conocedor que pasando lo más desapercibido posible es menos vulnerable. Así llegó a la comuna marplantense.

Vale recordar que en el año 2008, el reclamo original fue la reparación a nueva de la Ruta 88. Como los estudios de factibilidad de construcción dieron positivo, fue el propio gobernador Scioli que anunció en Necochea, en tres oportunidades, la autovía 88. La última vez fue el 19 de Septiembre de 2011, en el Cine Paris de Necochea, cuando estuvo para apoyar la candidatura del hoy destituido intendente Horacio Tellechea.

Ahora no responde a las invitaciones de las audiencias públicas interdistritales que se hicieron. No sólo no envió algún representante, sino que las ignoró absolutamente. Encima, se dio el lujo (él y sus cómplices de Necochea) de colocar un enorme tráiler en la plaza Dardo Rocha, para el cumpleaños de la ciudad, con la leyenda “3.340 kilómetros de rutas pavimentadas para que recorras”.

También, en el presupuesto que presentó para que aprobara la Legislatura para el año 2015, destinó 10 millones de pesos para la Ruta 88. En la práctica, este dinero alcanza para la construcción de tres kilómetros de bacheo, o un (1) kilómetro de pavimentación. Parece poco para una ruta destruida, de 130 kilómetros de longitud.

Albert Eistein, un genio indiscutible en el mundo, dijo alguna vez “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. En este caso de la Autovía 88, los usuarios viales decidieron cambiar la estrategia a partir de Enero de 2015 ya que la vía de la invitación a las audiencias interdistritales impulsadas por la UDUV fue ignorada por las máximas autoridades de la mayoría de los distritos y por el gobernador. Ahora exigirán la presencia, a través de otras metodologías legales más potentes.

Mientras tanto, el gobernador Scioli como los intendentes de Mar del Plata, Lobería y Necochea, siguen con la misma metodología: dar la espalda al pueblo.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La laguna La Salada no inundará a La Dulce

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El agua que amenaza a la localidad es proveniente de la cuenca del arroyo La Reserva que es hacia adonde debe ser derivada antes de llegar a la población. Los trabajos realizados aparentemente no están funcionando adecuadamente


Desde fines de los años ´90 o principio del 2000, la laguna La Salada se convirtió en un foco de conflicto, que en la fecha están alcanzando ribetes impensados. Algunos funcionarios hablan de expropiar tierras para hacer canalizaciones amparándose ante la posibilidad de que la localidad de La Dulce se inunde; otros se quejan por los daños que la creciente de ese ojo de agua les produjo; los más sensatos amparándose en estudios realizados por profesionales del Grupo de Investigación Hidrogeología del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Mar del Plata y del Conicet, se oponen defendiendo el impacto ambiental que puede significar trasvasar aguas entre cuencas, y el desastre ecológico que puede significar. En medio de este conflicto, no faltaron anónimos y, trascendió, amenazas que podrían ser las causas de la paralización de obras de saneamiento de las aguas en la localidad de La Dulce.
Es ilógico pensar que la laguna La Salada, ubicada en el acceso a la localidad de Comandante Nicanor Olivera (Estación La Dulce) y Ruta Provincial 86 pueda inundar a esa población porque ésta se encuentra mucho más elevada que la laguna, teniendo en cuenta el nivel del mar.
Por otra parte, conclusiones de los profesionales de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del Conicet fueron contundentes: “El humedal laguna La Salada se nutre de aguas subterráneas provenientes de napas freáticas, no recibiendo aportes de significancia de aguas superficiales”. Además en el trabajo científico que realizaron en ese lugar, denominado “El agua subterránea en el funcionamiento hidrológico de los humedales del Sudeste Bonaerense, Provincia de Buenos Aires, Argentina” destacó la importancia hidrogeológica que “este humedal tiene para la vulnerabilidad del acuífero y la necesidad imperiosa de su conservación en estado natural, sin modificaciones artificiales por ser una fuente de recarga del mencionado acuífero”.
En el año 2005, la ingeniera Susana Laborde, de la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas determinó la necesidad de estudiar el impacto ambiental que se causaría en el Río Quequén Grande al aportarle un volumen de agua con alta concentración de sales como se habría proyectado y por otra parte también indicó que el egreso artificial de aguas desde la laguna La Salada concentraría sus sales y la calidad de sus aguas empeoraría. En principio, la profesional puso énfasis en no derivar más agua al Río Quequén Grande a través de canales.
Teniendo en cuenta el impacto ambiental que se puede dar si se modifica el humedal laguna La Salada, el sentido común indica la importancia de dejar todo como naturalmente debe ser.
No obstante la laguna sigue creciendo. A principio de esta década, los dueños del campo donde está emplazada La Salada realizaron construcciones en el lecho. Sin dudas no contemplaron que la obra se hizo en un sitio que en épocas de creciente el agua desborda hacia ese lugar. En la actualidad, con las napas freáticas casi a flor de suelo, hoy está todo bajo agua. De allí el reclamo constante de realizar una canalización hacia el Río Quequén Grande, que está muy cerca, sin interesar las consecuencias que puede acarrear un trabajo de esta naturaleza.
Por otra parte, la localidad de La Dulce está amenazada por las aguas, pero las que provienen de la cuenca del arroyo La Reserva y de la zona de Lumb. Cabe destacar que las derivaciones por los pluviales son de los años 50. Estos no se alteraron, en cambio sí, la cantidad de lluvia. Además, los aportes subterráneos en un año fueron de 6.010.000 m3, y siguen aumentando. Por esa razón sigue creciendo La Salada como cientos de lagunas en toda la Provincia.
Aquellos que pretenden declarar la necesidad y urgencia de canalizar la laguna La Salada, argumentando el peligro que corre La Dulce de ser inundada, o que el crecimiento de la mencionada laguna es consecuencia del agua que le derivan desde la localidad, queda totalmente desdibujado ante estos estudios y conclusiones de profesionales.
Conocedora, estudiosa y muy respetuosa de la Naturaleza, Joan Elizabeth Cuthbert de López Pueyrredón, del establecimiento Malal Tuel Chico, ubicado en la Ruta Provincial 86, kilómetro 51, es la principal oponente al trasvase de aguas de distintas cuencas. Si bien, el canal o entubado que se pretenden hacer pasa por su campo y destruirá una de las vistas más hermosas de Río Quequén Grande, entiende que “hacer ese trabajo es gastar dinero inadecuadamente porque La Dulce no corre riesgo por La Salada; no se solucionará el inconveniente, y además, cuando el Río Quequén crece furioso, hará de tapón al by pass de la laguna, aportando incluso, más agua”, expresó, además de imaginarse el verdadero desastre ambiental que significará ese trabajo.
Algunos funcionarios creen que la actitud de Joan López Pueyrredón “es un capricho”, pero “lejos está de serlo, lo que digo está avalado por estudios realizados por profesionales. No entiendo como (las autoridades) no lo tienen en cuenta al momento de tomar determinaciones”.
Tal vez no se tenga en cuenta por temor. La propia productora agropecuaria recibió anónimos relacionados con este tema. También, en La Dulce es un secreto a grandes voces, algunos funcionarios fueron advertidos mediante amenazas, para que detuvieran los trabajos de saneamiento que se estaban realizando en la localidad respecto al agua. Hasta, dicen, llevaron camiones mezcladores con cemento para bloquear los trabajos. Quizás por esta cuestión, o vaya a saber por cuál otra, las labores se interrumpieron.
La buena voluntad de López Pueyrredón quedó de manifiesto una vez más al autorizar la realización de un entubado, que pase por el campo. Si bien ya lo había hecho verbalmente, ahora lo confirmó mediante una carta que elevó a la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas, con copias a la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de Necochea y a la Comisión de Emergencia Hídrica del Partido de Necochea.
“No se trata de imponer por la fuerza”, expresó la productora quien además exige “estricto cumplimiento” de algunas condiciones, que tienen que ver con el cuidado de la Naturaleza.
En un tramo de la carta se advierte marcado malestar: “Teniendo en cuenta vuestro silencio ante las notas presentadas con fechas 11/9/2014 y 16/10/2014, hemos resuelto avanzar con la cuestión autorizando la obra y fijando con claridad las condiciones de la autorización, de manera de no seguir demorando la resolución de la problemática”.
Entre las condiciones inexorables para la productora la obra debe tener un plazo preestablecido para realizar la excavación y entubado y quedar completamente terminada. En caso de no respetarse los tiempos la autorización caducará de pleno derecho de manera automática. De ocurrir esta situación, la dueño del campo tapará la excavación que se hubiese realizado y los costos serán a cargo de la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas.
Por otra parte, previo al comienzo de las obras, se deberá limitar el área de trabajo, y, tanto el personal como las maquinarias que se utilicen no podrán pasar esos límites. Incluso, fuera de los horarios de labor que se establezcan, salvo algún sereno, nadie podrá permanecer en la zona de trabajos.
Además, otra de las condiciones establece que el obrador deberá estar fuera de la propiedad. También, se destaca que la obra se realizará desde la desembocadura del conducto en el Río Quequén hacia el inicio en la Ruta Provincial 86; contar con una válvula automática que asegure el cierre de ingreso de agua al conducto ante situaciones de crecida del Río Quequén; que el material de excavación no se retire del lugar para que después sea utilizado para tapar el entubado y una serie de seguros que cubran situaciones de responsabilidad civil.
La autorización está realizada, las condiciones planteadas, sólo falta la respuesta de la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas para así dar lugar a un “alivio” al conflicto que se viene generando desde hace tanto tiempo alrededor de la Laguna La Salada. La actitud de la productora rural es una actitud de buena voluntad. No necesita ser amedrentada cuando de buscar soluciones se trata.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Ruta 80: Otra gran mentira

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Desde hace mucho tiempo, vecinos de pequeñas localidades cercanas a Juan N. Fernández reclaman por la pavimentación de la Ruta 80, que une a Claraz con Barker, alrededor de 60 kilómetros. Es un camino de tierra, la mayoría del tiempo intransitable, al que le pavimentaron 20 kilómetros hace años, pero la obra quedó inconclusa. No obstante, oficialmente aparece como una ruta totalmente asfaltada en una oportunidad y dos veces repavimentada.
Una nueva prueba de esta gran mentira la acaba de brindar un médico de Tandil que, recorriendo la zona después de dos días de intensa lluvia, se dejó guiar por el GPS de su automóvil y terminó encajado a escasos metros de una banquina cubierta de agua, con una profundidad cercana a los dos metros.
Si en los GPS la Ruta 80 aparece como pavimentada, no caben dudas que así figuran en los registros de Vialidad y en el Ministerio de Infraestructura.
La odisea del médico tandilense se conoció luego que fuera publicada en el sitio JNF.Net el 30 de Octubre pasado bajo la dirección del periodista Ricardo Basualdo.
En la crónica destacó que el doctor tomó la Ruta 74 para dirigirse desde Tandil hasta Benito Juárez. Al llegar al cruce de Barker, su GPS le indicó que podía tomar la Ruta 80 para llegar hasta Juan N. Fernández. Sesenta kilómetros asfaltados.
Grande fue la sorpresa del facultativo cuando advirtió que en realidad la ruta de asfalto no existía. Que sólo 20 kilómetros estaban pavimentados luego de dejar de lado la localidad de Villa Cacique. El camino siguiente, hacia la Negra, era todo barro después de dos días de intensas lluvias.
Entrada la noche, y siguiendo las alternativas del GPS, el médico observó que se encontraba a sólo 40 kilómetros de Juan Nepomuceno Fernández, por lo que decidió continuar. Al llegar al puente “Las Hileras”, el vehículo se desplazó fuera de la huella y quedó encajado, a escasos metros de una cuneta llena de agua, con una profundidad aproximada a dos metros.
El médico advirtió la magnitud de lo ocurrido y se largó a caminar por el barro hasta llegar a Claraz, y luego, a Juan N. Fernández.
Algunos vecinos que vieron el auto atascado en el barro, sin nadie en el lugar, dieron aviso a la Policía de Claraz.

La ¿aventura? del médico tandilense dejó al descubierto una vez más otra gran mentira: la Ruta 80 que en los papeles aparece como pavimentada, jamás fue asfaltada.