
Desde hace mucho tiempo, vecinos de pequeñas localidades
cercanas a Juan N. Fernández reclaman por la pavimentación de la Ruta 80, que
une a Claraz con Barker, alrededor de 60 kilómetros. Es un camino de tierra, la
mayoría del tiempo intransitable, al que le pavimentaron 20 kilómetros hace
años, pero la obra quedó inconclusa. No obstante, oficialmente aparece como una
ruta totalmente asfaltada en una oportunidad y dos veces repavimentada.
Una nueva prueba de esta gran mentira la acaba de brindar un
médico de Tandil que, recorriendo la zona después de dos días de intensa
lluvia, se dejó guiar por el GPS de su automóvil y terminó encajado a escasos
metros de una banquina cubierta de agua, con una profundidad cercana a los dos
metros.
Si en los GPS la Ruta 80 aparece como pavimentada, no caben
dudas que así figuran en los registros de Vialidad y en el Ministerio de
Infraestructura.
La odisea del médico tandilense se conoció luego que fuera
publicada en el sitio JNF.Net el 30 de Octubre pasado bajo la dirección del
periodista Ricardo Basualdo.
En la crónica destacó que el doctor tomó la Ruta 74 para
dirigirse desde Tandil hasta Benito Juárez. Al llegar al cruce de Barker, su
GPS le indicó que podía tomar la Ruta 80 para llegar hasta Juan N. Fernández.
Sesenta kilómetros asfaltados.
Grande fue la sorpresa del facultativo cuando advirtió que
en realidad la ruta de asfalto no existía. Que sólo 20 kilómetros estaban
pavimentados luego de dejar de lado la localidad de Villa Cacique. El camino
siguiente, hacia la Negra, era todo barro después de dos días de intensas
lluvias.
Entrada la noche, y siguiendo las alternativas del GPS, el
médico observó que se encontraba a sólo 40 kilómetros de Juan Nepomuceno
Fernández, por lo que decidió continuar. Al llegar al puente “Las Hileras”, el
vehículo se desplazó fuera de la huella y quedó encajado, a escasos metros de
una cuneta llena de agua, con una profundidad aproximada a dos metros.
El médico advirtió la magnitud de lo ocurrido y se largó a
caminar por el barro hasta llegar a Claraz, y luego, a Juan N. Fernández.
Algunos
vecinos que vieron el auto atascado en el barro, sin nadie en el lugar, dieron
aviso a la Policía de Claraz.
La ¿aventura? del médico
tandilense dejó al descubierto una vez más otra gran mentira: la Ruta 80 que en
los papeles aparece como pavimentada, jamás fue asfaltada.
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