miércoles, 5 de junio de 2013

Recuperar la ética

Bookmark and Share Este 7 de junio tomó a los periodistas en su peor momento de la historia desde que en 1810 Mariano Moreno sacó a luz “La Gazeta de Buenos Ayre”, primer periódico de la etapa independentista argentina. El espíritu de esta publicación fue anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales, a cargo, en ese entonces de Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli. Con el correr de los años, el periodismo se convirtió en sinónimo de credibilidad, confianza, seriedad, honestidad, certeza… La figura de un periodista estuvo casi a la altura de un juez de aquellos años, cuando sólo llegaban a magistrados las personas probas, equilibradas y justas. Lamentablemente hoy el periodismo aparece cuestionado, lesionado en su cualidad de creíble, peleado entre colegas, dejando ver su costado más ruin, su lado más despreciable. A tal punto, que la población descree de esta profesión. Ese descrédito es justo porque no se están cumpliendo los preceptos básicos de esta profesión u oficio. El periodista cubano Carlos M. Castañeda, escribió: “Ser periodista exige honestidad profesional. Hay que empezar por despojarse de prejuicios personales e ideológicos. Despojarse de ideas preconcebidas… “Ser periodista exige responsabilidad e integridad. Responsabilidad como profesional, integridad como hombre o mujer… hay que tener conciencia del daño que puede ocasionarse con el uso ligero de una cita inexacta o fuera de contexto, o la tergiversación de una confidencia contenida en un informe privado. Hay que sentir respeto por quienes confían en el periodista y respeto por el lector que lee la pieza periodística… A simple vista pocos de estos conceptos se están cumpliendo. Pero, si bien es cierto que la profesión está pasando por un mal momento, no es menos real que un método adecuado para su defensa es la creación y aplicación códigos que delimiten el buen y el mal ejercicio del periodismo. Recuperar la valoración ética, es uno de ellos.

1 comentarios:

Monica Conesa | 30 de junio de 2013, 17:06  

Sr Gollnitz, leo siempre sus artículos, pero a este particulamente, me parece que le faltan las circunstancias. No se puede obviar que los periodistas como cualquier otra profesión, emergen de un contexto social. También los periodistas son víctmas de las debacle sistémica. Se contaminan como el que más, pero me alegra que ponga el problema en la ética. Demuestra un análisis.Saludos

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