domingo, 9 de septiembre de 2012

Le demandó 10 años demostrar su inocencia

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Diez años le demandó a un jefe policial demostrar su inocencia, al resultar investigado por “presunto enriquecimiento ilícito” mientras cumplía funciones en la DDI de Necochea. Se trata de Deraldo Omar Luziaga quien, con motivo de esa sospecha fue relevado de su cargo en octubre de 2003. “En poco tiempo presenté la documentación que probaba mi inocencia, pero recién ahora la Justicia dictó el sobreseimiento”, expresó el policía, actualmente jubilado, en diálogo con Espejo de Necochea. El sobreseimiento Deraldo Omar Luziaga fue sobreseído en la investigación que en el año 2003 inició la cúpula de la Policía bonaerense, ante la sospecha de “presunto enriquecimiento ilícito” mientras se desempeñaba como titular de la Dirección de Investigaciones de Necochea. La resolución, con fecha 18 de junio de 2012, fue otorgada por el Departamento Judicial La Plata, a cargo del doctor César Ricardo Melazzo (con intervención de la fiscalía Nº 4), expresa la extinción de la acción penal, y el sobreseimiento de Luziaga en la investigación Nº 199697/3. “Para mí fue un final anunciado. Nunca tuve dudas, pese a que no entendí la investigación. En ningún momento fui imputado, tampoco me llamaron a prestar declaración, y con la documentación que presenté fue suficiente para la Justicia para darse cuenta de mi inocencia… lástima que tardó tanto tiempo”, dijo Luziaga en diálogo con Espejo de Necochea. El ex director de Seguridad de Necochea no estuvo detenido ni fue procesado a lo largo de la investigación, a diferencia de otros colegas que en poco tiempo más deberán enfrentar un juicio oral. Luziaga fue relevado de su cargo en la Policía bonaerense en octubre de 2003, cuando se desempeñaba como titular de la Dirección de Investigaciones de Necochea (DDI). Fue acusado por “presunto enriquecimiento ilícito” porque, dijeron en la denuncia, no había justificado su patrimonio en Asuntos Internos de la Provincia, aunque sí lo había hecho ante escribano público. Según la imputación, Luziaga no había declarado entre sus propiedades un Peugeot 504, un Peugeot 306, una camioneta Mitsubishi, una casa en la localidad de Saladillo y un departamento en la ciudad de Mar del Plata. El policía fue uno de los oficiales investigados, de los tantos que permanecieron bajo la lupa y que fueron titulares en los diarios más importantes del país. La Nación, por ejemplo, se refirió a “las fortunas secretas de 24 jefes policiales investigados”. En estos nueve años “jamás me llamaron a declarar. Además presenté la documentación pertinente justificando cada uno de los bienes que me cuestionaron”, explicó Luziaga, lamentándose por el perjuicio que le significó atravesar por esa situación. Deraldo Luziaga demostró que fue dueño de un Peugeot 504 modelo 1972 que vendió en los últimos meses de 1980.También confirmó haber sido propietario de una camioneta Montero modelo 1995, que adquirió mediante la entrega de un Peugeot 306 como parte de pago, que había comprado en 1998 y cuotas. Entre la documentación que presentó, certificó la vivienda en Saladillo. “La construí entre 1975 y el 80, cuando era soltero. Saladillo es mi ciudad natal, y se la regalé a mi hija cuando cumplió 18 años”, recordó el policía. “El departamento en Mar del Plata lo adquirí pagando 60 cuotas, a partir de 1990, en Australes”, señaló. Durante la investigación a la que fue expuesto, pidieron informes del patrimonio de su esposa. “En una pericia contable hicieron figurar que la familia estaba compuesta por seis integrantes, sumando a dos hijos que fallecieron al día siguiente de su nacimiento”, recordó Luziaga con un dejo de amargura. “Tuve que presentar el contrato de locación de la sede de la DDI de Azul, de la que fui jefe antes de ser trasladado a Necochea, porque dijeron que formaba parte de mi patrimonio. Todo fue una gran incoherencia, sobre todo, teniendo en cuenta que el alquiler de ese lugar lo pagaba la Municipalidad de Azul”. El ex funcionario disfruta de su jubilación, a la que accedió luego de más de 30 años de servicio. Está radicado en Mar del Plata, junto a su familia. “Pocos creyeron en mi inocencia, pero después de casi diez años, ahora puedo demostrar que mi carrera fue cristalina”, concluyó Luciaga, quien ya cuenta con la resolución del juez Melazzo en sus manos.

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