lunes, 7 de septiembre de 2009

Ojos vendados ante la trata de personas


De acuerdo a los datos que dio a conocer recientemente la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el 90 por ciento de los casos de explotación tienen fines sexuales. Así la trata de personas se constituye como el tercer gran negocio después de las armas y el narcotráfico.
La trata de personas es un delito que en Argentina está tipificado como tal desde hace muy poco tiempo, pero en realidad existe desde antaño. Los principales blancos de los tratantes son mujeres y niños, sobre todo de aquellos sectores son mayormente vulnerados. El hambre, la educación y el desconocimiento suelen allanar el camino de quienes les ponen precio a esas vidas.
Empero, el potencial peligro que significa caer en una red de trata no es privativo de las clases bajas sino que también es posible en los sectores medios y altos. La gran oferta tecnológica y el acceso a los medios de comunicación facilitan a los tratantes captar más fácilmente a sus víctimas.
Nuestro país no es ajeno a esta problemática. Hace pocos días, durante una misa que ofició en Plaza Constitución, el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, alertó sobre la pobreza y la trata de personas. “Hombres, mujeres, chicos y chicas se los trata como mercancía” y “son objetos de trata”, disparó el representante de la Iglesia.

Qué pasa en Necochea
En Necochea algunos hechos de esta característica tomaron estado público. Oportunamente fueron detectados casos de mujeres que, desde distintos puntos del país, y algunas extranjeras, llegaron a esta ciudad mediante engaños y fueron sometidas a encierros, esclavitud y obligadas a prostituirse en bares. Por las denuncias de las propias víctimas se arribó a resultados que fueron positivos, si se tiene en cuenta que la red quedó desbaratada. ¿Por cuánto tiempo?, hasta que la prensa dejó de hacerse eco, y la sociedad se olvidó del tema.
Una investigación por drogas –por la que fue desplazada la cúpula de la Delegación Necochea de la Dirección General de Drogas Peligrosas de la Policía bonaerense- estableció la relación permanente entre los efectivos desplazados (hoy afrontan un proceso por infracción a la ley de estupefacientes y están muy cerca de ser juzgados oral y públicamente en Mar del Plata) y los propietarios/as de bares donde mujeres trabajan bajo el rol de coperas, camareras o acompañantes, encubriendo en realidad el ejercicio de la prostitución. Las escuchas telefónicas solicitadas en esa causa no dejaron dudas.
En los últimos días los medios de comunicación local dieron a conocer distintos procedimientos que se llevaron a cabo en este tipo de establecimientos nocturnos, y el resultado fue, algunas infracciones porque había mujeres que no contaban con la libreta sanitaria correspondiente.
Estos movimientos que parecen más para hacer estadísticas que para investigar, ¿no serán parte de un pacto de silencio entre proxenetas y clientela que desacredita la declaración de las mujeres? Causas que se iniciaron en Necochea no dejaron dudas de que ello ocurrió, precisamente cuando se registraban procedimientos de rutina y nunca se hallaban elementos para probar algún delito, más allá de infracciones de poca monta.

Complicidades

Según un informe elaborado por la OIM, la red tiene una trama secreta que implica “vínculos directos con autoridades políticas, judiciales y policiales”. También la Red No a la Trata aseguró que “los burdeles están a la vista de todos pese a que en la Argentina (país abolicionista) están prohibidos desde 1951 por ley nacional. Los proxenetas son delincuentes pero están en libertad. Y las mujeres son perseguidas aunque la ley nacional no las penaliza”. Si se recorren algunos locales en Necochea y Quequén ¿no se asemejan más a burdeles que bares, salón de tés, etc, tales como aparecen habilitados? Tal vez con esa mirada además de labrarse infracciones simples se encuentre la punta de un iceberg que, quizás, la misma sociedad prefiere no ver.

1 comentarios:

Anónimo | 29 de septiembre de 2009, 10:57  

Hola como están, quiero platicarles mi caso, yo trabajaba en un restaurante llamado los manteles cocina tradicional la noria, y en este lugar yo era cocinera, al principio todo estaba bien me sentía cómoda, pero con el paso del tiempo el patrón empezó a exigir sin otorgar remuneración económica quería que trabajara a horas que no me tocaban y hasta quería que fuera a su casa a hacer limpieza de su casa cuando mi puesto es de cocinera y no de limpiar casas, a partir de esto el señor que se llama Sergio Quiroz Corona, empezó a acosarme y fastidiarme la vida en el trabajo ya no podía trabajar tranquila si que esta basura me faltara al respeto rebajando como ser humano, era diario que hacia comparaciones en público de mis apariencia física y mi forma de trabajar, cada semana de pago se me descontaba dinero de mi salario que así ya era poco, y cada vez que reclamaba el supervisor un tal Mario Cortes Tirado no me apoyaba y siempre me decía que su jefe fue quien dijo que se me descontara y sin darme explicaciones de porque también cuando salía de noche es decir en el horario de la noche se me retiro el apoyo de transporte ya que salía a las 11 de la noche, en esa ocasión uno de los dueño un tal Hugo Quiroz Corona quien de la forma mas maricona que puede existir le dijo al supervisor Mario que me dijera que ya no tenía apoyo de transporte de lo cual tampoco me pudieron dar una explicación de por qué, sinceramente tengo miedo de estas personas ya que por comentarios de trabajadores de este lugar me entere que el tal Sergio Quiroz corona y el tal Hugo Quiroz corona son tratantes de blancas y se dedican de forma clandestina a contratar mujeres menores de edad en el restaurante para después prostituirlas, la verdad eso fue lo que sentí en un principio cuando estos señores empezaron a pedirme que fuera a sus casas, realmente ahora voy atanco cabos y me doy cuentas que todo el acoso laboral que me hicieron fue porque no caí en su trampa. Por favor les pido me ayuden a divulgar esto para que no pase mas, esto es real está pasando la ciudad de Puebla no es exenta de estas cosas atrocidades sociales, en Puebla existe gente pederasta, por favor autoridades ayúdenme investiguen esto, no sé realmente si soy la única que se pudo dar cuenta de estas gentes o si ya ha habido chavas que han pasado por lo mismo o si ya han pasado desgracias a manos de estas personas.

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